Acá les dejo otro cuento del mismo autor del anterior.
LA NAVIDAD
Había una vez un viejo gordo y feo llamado Santa Klaus, a quien nadie quería.
Una noche saliendo del carrete, Santa Klaus vio a un niño pobre que estaba siendo golpeado por su alcohólico padre. A Santa le dieron ganas de ayudar, pero sintió que estaba muy carreteado, y se fue a dormir.
Al día siguiente ya despertado, Santa Klaus salió a caminar, y vio al mismo niño, en la misma situación. Santa Klaus quiso ayudarlo pero se sentía muy cansado, y se fue a su casa. En su casa pensando, solo podía recordar al pobre niño pobre, y luego se dio cuenta de que no lo había ayudado no porque no estuviera capacitado, sino porque no tenía la voluntad de hacerlo.
Esa noche Santa Klaus no fue al carrete, sino que fue al gimnasio. Luego de 300.000 pesas, fue donde el niño (que le seguían pegando) y noqueó al tipo con un solo golpe. El niño estaba por primera vez en su vida feliz, mas tarde Santa se lo llevó a su casa donde lo adoptó, cuidó, y le dio de beber. Santa Klaus asombrado de su capacidad, siguió entrenándose, así se hizo boxeador, luego de un año, se hizo campeón mundial de box. Su técnica fue simple cuando se subía al cuadrilátero, imaginaba que el otro tipo era el padre del niño, y lo golpeaba muy fuerte, hasta noquearlo.
Después de un tiempo se dio cuenta de que no contribuía a nada y se retiró. Un tiempo después volvió a pensar en el niñito y en todos los niños pobres del mundo, decidió comprarse un trineo, unos renos y un gran, abrigador y cómodo traje rojo; para una vez al año ir a repartirle regalos a los niños pobres del mundo. Así lo hizo, hasta los 150 años, cuando murió de cáncer al pulmón, de tanto entrar en chimeneas con humo. Después de unos años, los comerciantes volvieron a la navidad, aumentando los precios y diciendo lo contrario, para que les compren, y hagan lo que ellos creen que es “hacer felices a sus hijos” con regalos, aunque uno no los haces felices con eso, sino con amor y comprensión, como Santa con su niñito, al darle cariño y un buen hogar a donde ir.
La navidad no es el niño Jesús, ni los comerciantes, ni los regalos, ni el pollo frito tampoco, la navidad es el momento en que uno recuerda la fecha en la que un hombre dejo de ser vago y quiso a quien nadie quería.
Recuerda: “la navidad no son solo regalos, es el amor de una familia.”
PD: La nariz brillante de Rudolf fue parte de la campaña presidencial de Santa Klaus en el año 521 d.C
FIN